Invertir en dividendos

Invertir en dividendos

Vamos a contarte todo lo que significa invertir en dividendos. Lo cierto es que, entre todas las estrategias que existen, es de las más antiguas y efectivas. Lo primero que tienes que pensar para encontrales su lógica es en el hecho de que las empresas, evidentemente, son creadas con el objetivo de obtener beneficios. Precisamente son parte de esos beneficios los que deben de llegar al accionista, y lo harán en forma de dividendos. Si no, no tendría sentido invertir en ellos. Eso es algo que hay que tener muy presente cuando se elaboran estrategias de inversión. Por ejemplo, en el caso de la estrategia de crecimiento, en la que es frecuente sacrificar los dividendos con el objetivo de obtener una mayor cantidad de reservas, buscando establecer planes de expansión.

Invertir en dividendos

En el caso de la estrategia de inversión de dividendos, se trata de inversión pura y dura. La estrategia es sencilla. Básicamente se trata de encontrar un negocio atractivo que tenga unos buenos dividendos para repartir con los inversionistas, entrando a formar parte de dicho negocio como socio. Esto se consigue aportando capital a través de la compra de acciones. Esa es la idea principal, aunque es un poco más complejo que eso. No te preocupes, a continuación, te lo contamos todo para que no te quede ninguna duda al respecto.

Invertir en dividendos: ¿Por qué hacerlo?

Dentro de las inversiones variables existe la posibilidad de poner en práctica un gran número de estrategias de inversión. Como ejemplo, vamos a hablarte de una con probada eficacia; una opción que ya cuenta con una gran antigüedad, y que además es eficaz y segura. Además, siempre estará vigente, ni el paso del tiempo ni las distintas modas consiguen disminuir su eficacia. Si hay unas palabras que son perfectas para definirla estas son «atemporal» y «clásica».

Los inversores que buscan los dividendos son aquellos que buscan que no haya sobresaltos con los ciclos. Tampoco con altibajos ni con problemas causados por la crisis en los mercados financieros. En sí, lo único que buscan es que es poner su capital en negocios que resulten rentables, para ponera esperar que estos consigan unos beneficios anuales que sean crecientes, o por lo menos estables. El tipo de empresa que buscan es el de aquellas que tengan una buena posición en el mercado y una óptima situación financiera. Una de las condiciones que tiene que tener la empresa elegida es la de no tener grandes planes de expansión, pues así gran parte de sus beneficios serán repartidos entre los inversionistas en forma de dividendos, reservando solo una pequeña parte para las reservas de la empresa en cuestión.

Sí, es cierto: estas que acabamos de contarte también son características de los depositos bancarios y la renta fija. De hecho, la estrategia es muy similar a la que se lleva a cabo cuando se invierte en bonos y otros activos similares de los más estables del mercado secundario; ese en el que no tienen variaciones muy fuertes en cuanto a rentabilidad. En estos, la actividad se limita a colocar el capital para esperar los beneficios. El inversor, en cambio, al invertir en acciones busca un plus de rentabilidad.

Más motivos para hacerlo

Otro de los motivos por los que las inversiones en dividendos resultan más atractivas que las inversiones en renta fija es el hecho de que generalmente ofrecen una mayor rentabilidad. Asimismo, también cuentan con una mayor versatilidad, ya que hay más posiblidades de inversión, que encima son más variadas.

El hecho de que, generalmente, la renta variable ofrezca mayor rentabilidad que la renta fija, es algo que tiene su lógica explicación. La rentabilidad es algo que, tal y como su nombre indica, es algo que está sujeto a varaciones que estarán marcadas en función del funcionamiento de la empresa en cuestión del que te has convertido en socio comprando parte de sus acciones. La diferencia entre la rentabilidad de un tipo de inversión y otra radica principalmente en la denominada «Prima de riesgo».

A pesar de todo, este tipo de inversión es de las más conservadoras que hay dentro de lo que es la renta variable. Esto es ideal si eres uno de esos inversores que prefieren «dormir tranquilos», tranquilos y a salvo de los vaivenes del mercado. La correcta diversificación de los activos de una cartera es clave para conseguir esto.

Invertir en dividendos: ¿Qué tipos de dividendos existen?

A la hora de invertir en dividendos, tienes varias opciones. Vamos a ver cuáles son:

Script Divident

Estos son los pagos  de diviendos en forma de acciones. En otras palabras, la empresa es la encargada de pagar los dividendos a través de la emisión de acciones de la propia compañía en lugar de con dinero en efectivo. Este tipo de dividendo ha ganado popularidad en los últimos tiempos a causa de los problemas de liquidez que sufren bastantes empresas con motivo de la crisis económica. Si los accionistas quieren obtener un flujo efectivo, pueden recurrir a vender los derechos de suscripción preferente que las acciones emitidas tienen aparejados.

Dividendo a cuenta

Este tipo de dividendo es el que entrega con antelación al dividendo ordinario. La empresa, en muchos casos, fracciona el dividendo ordinario y lo entrega a través de algunas periodicidades a lo largo del ejercício económico. Los dividendos a cuenta son las fracciones que que se entregan antes del reparto. Estos se pagan «a cuenta» de los futuros beneficios. En muchas empresas es una práctica habitual entregar dividendos a cuenta con una periodicidad trimestral.

Extraordinario

Los dividendos extraordinarios no se obtienen de los beneficios del funcionamiento ordinario del negocio. Los beneficios que el inversionista obtiene son derivados de operaciones ajenas a la facturación de la empresa. La operación en cuestión depende del tipo de actividad de la empresa, pero, para que te hagas una idea, este beneficio en cuestión puede venir de la venta de un terreno o de otro activo que haya supuesto un beneficio extraordinaro o una plusvalía a la compañía.

Complementario

Este es el reparto de dividendo que se realiza cuando ya ha finalizado el ejercicio fiscal y después de que las cuentas anuales hayan sido aprobadas. Su nombre es debido a que es un dividendo que complementa al dividendo que se reparte «a cuenta» (un poco más arriba te hemos hablado de él).

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