Una póliza de seguros es un contrato en el cual se acuerda que el asegurador cubrirá los daños en el caso de un accidente, enfermedad o circunstancia que pueda resultar desfavorable para el tomador, es decir, la persona que contrata el seguro. La póliza de seguro es una manera de recibir indemnización en el caso de que sufras algún daño; durante el plazo en el que se haya hecho dicho contrato, el tomador deberá pagar primas por cuotas constantes a su asegurador, si bien el límite del monto del seguro solo puede definirse en el contrato.
Un seguro familiar se contrata para cubrir las posibles enfermedades o situaciones de riesgo que pueda vivir dicha familia permitiendo que cada uno de los miembros pueda ser capaz de contar con que les proporcionarán el tratamiento y cuidados necesarios para la situación donde se puedan encontrar a causa de dichas circunstancias fuera de su control.
Recomendaciones para contratar un seguro familiar
La familia es el pilar principal de las personas, por ello se busca el bienestar de cada miembro y la mejor manera de asegurarlo es la contratación de un seguro familiar que pueda favorecer a cada uno; los seguros requieren de un contrato el cual se debe leer detenidamente y para saber cómo contratar un seguro familiar debes seguir los siguientes consejos.
Estos seguros por lo general pueden cubrir al titular, su cónyuge e hijos hasta los 16 años de edad, además, si los padres del titular se encuentran con vida y a su cuidado en lo referente a su situación económica, también se verán incluidos en el seguro si así lo decide el titular; si bien, la póliza en dichos casos tiende a ser mayor por los cuidados y necesidades más específicas de las personas mayores.
El contrato debe ser leído detenidamente para asegurarnos de que los términos acordados resulten satisfactorios; así mismo deben asegurarse de que los siguientes servicios sean ofrecidos:
- Cobertura sanitaria. La cual se debe establecer a través de un cuadro médico de los miembros de la familia.
- Seguro dental. Debe proporcionar la mayor cantidad de servicios de manera gratuita y otros como ortodoncia o empastes subvencionados.
- Cobertura psicológica. En ciertos contratos de seguros el número se sesiones anuales es limitado y es necesario revisar detenidamente el contrato para asegurar que la cantidad sea idónea para cubrir tus necesidades.
- Cobertura familiar completa. Esto incluye tratamientos anticonceptivos y tratamientos durante el embarazo y parto; además incluye tratamientos como el ligamento de trompas, vasectomía y para la menopausia.
A la hora de contratar un seguro familiar lo principal es leer detenidamente el contrato y asegurarnos de que todas las pautas nos resulten convenientes y beneficiosas para el cuidado de cada miembro de la familia.
Tipos de seguro familiar
Los contratos pueden incluir diferentes condiciones y por ello resultan haber diferentes tipos de contratos de seguro familiar que se adaptan a las necesidades de cada quien.
Existen los contratos con copago, en esta modalidad cada vez que se acude a una consulta médica regular que es cubierta por el seguro, se ofrece la posibilidad de pagar parte de la consulta de nuestro propio bolsillo; de esa manera, la prima a pagar se reduce considerablemente, sin embargo, también se pueden elegir los contratos sin copago en los cuales la prima es mucho más elevada pero no se pagan montos en las consultas.
Otros contratos brindan la opción de los reembolsos de gastos por libre elección, ya que al contratar el seguro se debe presentar un cuadro médico, el médico que deberá realizar nuestras consultas es parte de este cuadro, sin embargo, si te parece mejor ir a otro médico el seguro no lo va a cubrir; es aquí donde el reembolso se hace presente puesto que la aseguradora nos reembolsará un porcentaje del monto que se ha usado para la consulta, por lo general es un porcentaje de entre 80 a 90%.
De esta manera tenemos presente diferentes modelos de contratos de seguro familiar, estos modelos permiten que sea más fácil decidir qué seguro nos conviene más y cual nos presenta más beneficios a la hora de necesitarlo.
Precio de un seguro familiar
A la hora de acordar la prima, la aseguradora tomará en cuenta el cuadro médico de cada miembro para poder calcular el valor de cada cuota y el monto que el préstamo brindara. Lo que se lleva a consideración principalmente son:
- Lugar de residencia. Nuestra ciudad puede condicionar el precio de nuestro seguro, igual que sucede con otro tipo de contratos como por ejemplo préstamos o hipotecas.
- Los niños pequeños y bebés requieren de cuidados más costosos que jóvenes y adultos, por ello el seguro puede aumentar su valor si hay niños incluidos; lo mismo sucede con adultos mayores de los 60 años.
- Tabaquismo o alcoholismo. Debido a los riesgos que presentan estos hábitos influyen en el aumento de la factura del seguro.
- El sobrepeso es asociado a cierta cantidad de enfermedades y por ello aumenta el riesgo de daños.
De esta manera podemos saber qué condiciona el precio de las primas a pagar de nuestro seguro y decidir la mejor manera de realizar el contrato.
Beneficios de estos seguros
Lo principal es que ofrece la opción de adquirir un contrato que puede ofrecerle tratamiento a la familia por completo en lugar de contratar seguros individuales para cada miembro; además de eso suelen ofrecernos hasta un descuento del 30% para cada miembro incluido en el seguro familiar.
Otra ventaja de este tipo de seguros es su versatilidad puesto que se puede adaptar a la necesidad que tengas, por ejemplo cubren circunstancias como un embarazo y cualquier enfermedad hereditaria que el bebé pueda padecer luego de nacer; asimismo, cubren las enfermedades propias de la niñez como el sarampión y además; su amplia cobertura permite la capacidad de proteger a toda la familia para los casos donde se presenten virus y más de un miembro pueda verse afectado.
Los seguros familiares son una gran opción que ofrecen beneficios que no se pueden solo descartar sin llevarlos a consideración; gracias a dichos seguros podemos ofrecerle a nuestra familia tratamientos para cualquier padecimiento que se llegue a presentar y aún así invertir sumas modestas que no afecten nuestro estado económico.
