La finanza corporativa, o como también se conoce administración financiera, es una rama de la administración de empresas. Entonces, ¿cuáles son los fundamentos de las finanzas corporativas? Los principios de finanzas corporativas son la base para tomar las decisiones monetarias en la empresa.
Su primordial objetivo es asegurar y aumentar el valor de los asociados, o como se suelen llamar accionistas.
Las finanzas se refieren al dinero con el que cuenta la corporación y el valor que tiene en el mercado, pero también a las personas. El éxito de las finanzas corporativas es hacerlos trabajar en completa armonía.
Las decisiones, herramientas y técnicas aplicables en los principios de finanzas corporativas se ven en el ámbito del tiempo. Se evalúan las probabilidades para largo plazo, mediano plazo, corto plazo. Las decisiones a largo plazo están centradas en el aumento de la inversión de capital. Sin embargo, las decisiones a corto plazo van destinadas mantener el equilibrio de los activos y los pasivos.
Los principios de finanzas corporativas o administración financiera trabajo con conceptos importantes como riesgo y beneficio. Una disyuntiva en la cual trabajan sus inversionistas para incrementar el rendimiento del activo a la vez que se reduce el riesgo al disminuir los pasivos. También se evalúa la cuantía del dinero en el tiempo con el interés y la necesidad de dinero en la empresa.
Otro término con el que trabaja es la liquidez en gran conflicto con la inversión y el costo de la inversión y de oportunidad. Evalúa la mejor opción o la pérdida que se está dispuesto a aceptar de acuerdo a la necesidad. Igualmente, trabaja con el término diversificación eficiente, de esta forma se separa el riesgo para fragmentar y disminuir el riesgo total.
El apalancamiento financiero también es tarea primordial de los principios de finanzas corporativas. Cómo financiar la empresa mediante la deuda es decir los pasivos para aumentar su rendimiento.
¿Qué es una corporación en términos de finanzas?
Se debe saber que no todas las empresas son corporaciones, una corporación es aquella donde se unen varias personas para establecer o administrar una sociedad. Casi siempre la forma más común de ver las corporaciones es a través de sociedades anónimas. Un gran número de accionistas que cooperan en el negocio.
Aunque los asociados sean los empresarios de la corporación, no son los administradores, sino que eligen mediante votación un consejo de administración. Los miembros ya mencionados ocupan cargos de altos ejecutivos de la empresa, otros directores no ejecutivos, quiere decir que pueden o no trabajar en la empresa. Ese apartamiento entre propiedad y administración da persistencia a las corporaciones.
Las corporaciones tienen tres rasgos importantes:
- Son legalmente distintas de sus dueños y pagan sus propios impuestos.
- Toman una responsabilidad limitada, esto quiere decir que los accionistas no responden a la deuda de la empresa.
- Por lo general, los dueños de una corporación no son sus administradores.
¿Qué es un administrador financiero?
Un administrador financiero es entonces la persona que tiene la responsabilidad de tomar decisiones importantes de inversión o financiamiento en una corporación. Estos son el puente entre las operaciones y los objetivos de la corporación y los grandes mercados financieros o mercados de capital.
Analizan independientemente las decisiones de financiamiento y de inversión. El administrador financiero cumple un papel internacional y debe conocer el funcionamiento de los mercados financieros internacionales, además de saber cómo evaluar las inversiones en el extranjero.
Los administradores financieros de las magnas corporaciones conviene que posean experiencia laboral. No sólo tienen que decidir en cuáles activos debe invertir la empresa, sino también saber dónde están colocados. El administrador financiero no trabaja aislado. Se han desarrollado numerosas instituciones financieras para suministrar capital a la empresa y ofrecerle diversos servicios financieros.
Los administradores financieros en las grandes corporaciones se enfrentan a grandes decisiones. Recaen las decisiones más importantes y, a su vez, como se generará el dinero en efectivo para su pago. Una parte importante del trabajo del administrador financiero es juzgar cuáles riesgos deberá asumir la empresa y cuáles pueden ser eliminados.
El trabajo general de un administrador financiero se divide en:
- La decisión de inversión o de presupuesto de capital.
- La decisión de financiamiento.
De esta forma, logrará incrementar el valor de mercado de cada una de las participaciones en la empresa. La manera de hacer esto es aprovechar todas las oportunidades de inversión que tengan un valor presente neto positivo.
Además, el administrador financiero debe actuar según los intereses de los propietarios de la empresa, es decir, sus accionistas. El accionista desea tres cosas:
- Ser lo más rico que se pueda, o sea, maximizar su riqueza actual.
- Transformar dicha riqueza en el patrón de consumo que prefiere.
- Seleccionar las características de riesgo de ese plan de consumo.
Riesgos que debe asumir un administrador financiero
Los administradores financieros terminan manejando el riesgo:
- Cuando una empresa amplía su producción, a menudo los administradores reducen el costo de las fallas preparando la opción de alterar la combinación de productos, o de sencillamente desechar el proyecto.
- Al reducir el endeudamiento de la empresa, los administradores pueden distribuir el riesgo operativo en una mayor base de capital.
- La mayor parte de los negocios toma seguros contra diversos riesgos específicos.
- Es frecuente que los administradores usen futuros y otros derivados para protegerse contra movimientos adversos en el precio de las mercancías, tasas de interés y tipos de cambio.
Todas estas acciones reducen el riesgo, pero eso no siempre es bueno. El punto en la administración de riesgos no es reducir el riesgo, sino agregar valor.
En la práctica, las decisiones de administración de riesgos interactúan en formas complicadas. Para ello existen mecanismos reguladores:
- Leyes y regulaciones que protegen a los inversionistas externos de los arreglos de los internos consigo mismos.
- Requerimientos de revelación y normas de contabilidad que mantengan razonablemente transparentes a las empresas que cotizan en bolsa.
- Vigilancia por bancos y otros intermediarios financieros.
- Atención por los administradores financieros.
- La amenaza de adquisiciones (aunque las adquisiciones son muy raras en algunos países).
- Compensaciones atadas a las utilidades y al precio de las acciones.
No se debe olvidad que los administradores y empleados también son inversionistas: comprometen capital humano en lugar de capital financiero. Una empresa exitosa requiere la inversión conjunta de capital humano y financiero.