Seguimos viviendo en la era de la tecnología financiera. Ahora mismo, cualquiera -siempre que tenga acceso a Internet- puede acceder instantáneamente a mercados de billones de dólares de acciones, índices, bonos, divisas, criptodivisas y todo lo demás. En el pasado, necesitabas un corredor o un gestor de patrimonio para hacer estas cosas, y ahora simplemente necesitas un smartphone o un ordenador.
No obstante, aunque el acceso a los productos financieros es más fácil que nunca, la abundancia de opciones en línea tiene quizás algunos aspectos positivos y negativos para los operadores e inversores. Los inversores aficionados, en particular, pueden caer a veces en ciertas trampas al realizar una transacción.
En el fondo, se trata de costes ocultos. Si, por ejemplo, operas con criptodivisas, y quieres cambiar euros por Bitcoin, cada plataforma puede tener diferentes condiciones vinculadas a esa operación. Y, si miras el precio «real» del Bitcoin y el precio «real» del euro, el valor de tu transacción podría ser completamente diferente.
Las comisiones ocultas pueden arruinar las plataformas
¿Y por qué? En primer lugar, puede haber una comisión en la operación. En segundo lugar, la medida en que la bolsa compra el activo subyacente para la operación en una bolsa puede no ser el precio óptimo ni el que tú esperabas. En tercer lugar, muchas plataformas cobran por los depósitos en la plataforma. Hemos visto que algunas plataformas de comercio de criptomonedas cobran hasta 1,50 euros por un depósito de 10 euros con tarjeta de débito. Como hemos dicho, los inversores aficionados son los que se llevan la peor parte.
Aunque se trata de un ejemplo extremo, debes tener en cuenta este último punto: el cargo por un depósito con tarjeta de débito. Suele ser una tarifa plana, por lo que cuesta lo mismo 1,50 euros por un depósito de 10 o 20 euros. Sin embargo, si depositas 10 euros para comprar un activo, BTC por ejemplo, sólo podrás obtener 8,50 euros del activo. Estás comenzando tu viaje de trading con una reducción del 15% respecto a tu punto de partida.
Los comerciantes querrán, por supuesto, claridad, y pueden verse defraudados por los costes ocultos. En otros sectores se ha demostrado que pueden ser mucho más claros. Incluso en el sector de los casinos online, por ejemplo, los jugadores son más conscientes del valor del producto con el que interactúan. Por ejemplo, podemos obtener información sobre las probabilidades de las tragaperras en los casinos para tomar una decisión informada antes de elegir un juego para jugar. Hay riesgo, sí, pero conocemos los parámetros antes de jugar; algunas plataformas de comercio no son así.
La claridad es fundamental
La claridad es muy importante. Además, es una de las razones por las que debes investigar mucho sobre una plataforma antes de empezar a operar en ella. Estas plataformas han sido creadas para obtener beneficios: son un negocio. Y resulta que una de las formas más comunes de obtener ese beneficio es comerse tu rentabilidad como operador. Esto no es una crítica, como tal, ya que nadie espera que los servicios de negociación sean completamente gratuitos. Se trata más bien de señalar que algunas plataformas son más generosas que otras.
Sin llegar a recomendar dónde operar e invertir como aficionado, diríamos que depende de ti investigar un poco para encontrar la mejor plataforma que se adapte a tus gustos comerciales. Una forma de hacerlo es crear una cuenta de operaciones de demostración, quizás con más de una plataforma. Así podrás medir cómo se ejecutan las distintas operaciones e inversiones. ¿Quizás una plataforma ofrezca mejores condiciones al negociar con acciones? ¿Quizás otra sea superior al comprar divisas?
En cualquier caso, debes tomarte el tiempo necesario para aprender todo lo que puedas. Porque las condiciones de cada plataforma son tan importantes como las elecciones de inversión que hagas. De hecho, el trading ya es lo suficientemente difícil sin la desventaja adicional de las tasas y comisiones ocultas. Así que sé diligente a la hora de elegir tu socio comercial.