Para comenzar debemos definir lo que es un préstamo y qué puede significar el tener un aval o no. Un préstamo es una operación financiera donde dos partes realizan un contrato; en este sentido, la primera parte, el prestamista, ofrece un activo (Dinero generalmente) a la segunda parte quien por su lado se compromete a saldar dicha deuda en una cantidad de tiempo y con los intereses que ambos lleguen a estipular en el contrato; en ocasiones este contrato incluye un aval, este aval es una tercera parte la cual puede llegar a cancelar la deuda de la segunda parte en caso de que esta se vea en incapacidad de realizar los pagos.
Teniendo esto en mente, podemos saber que un préstamo sin aval se realiza sin esa tercera parte que ofrece una garantía extra del pago de la deuda.
¿En qué consiste un préstamo sin aval?
Como ya se ha visto, en un préstamo el banco ofrece una cantidad fija de dinero al deudor quien debe retribuirlo en una cantidad de tiempo determinado. El préstamo sin aval se lleva bajo esas mismas condiciones, simplemente que no incluye una tercera parte en el contrato.
Aunque muchas entidades por lo general pueden exigir la presencia de este aval, no es un requisito indispensable, sin embargo, el préstamo sin aval tiene como exigencia la presentación del historial crediticio así como de la capacidad de pago del deudor; ya una vez que dichas pautas hayan sido analizadas con detenimiento y aprobadas se definen otros términos del préstamo.
Posteriormente se llega a un acuerdo con respecto a las cuotas, el porcentaje de intereses y el plazo para los pagos del préstamo. Dependiendo de la cantidad de capital, las cuotas del préstamo pueden ser a medio o largo plazo, siempre teniendo en cuenta los intereses sumados a la deuda principal.
Requisitos para solicitar un préstamo sin aval
Los requisitos para solicitar está clase de préstamos suelen ser muy pocos, los trámites para obtener el contrato y el dinero se pueden realizar luego de presentar lo siguiente:
- Tu documento de identidad nacional que te identifique.
- Tu última nómina.
- Historial crediticio.
Ese último para para comprobar que serías capaz de retribuir tal préstamo.
Los pocos requisitos en este tipo de préstamos se debe a que nunca ofrecen sumas de dinero muy grandes, pero igualmente continúa siendo una buena opción para aquellas personas que tienen necesidad de dinero en un corto período de tiempo.
Hay que tener igualmente en cuenta que el plazo máximo de un préstamo sin aval suelen ser de 2 a 5 años y los intereses tienden a ser de un 25%, lo que se debe analizar detenida y detalladamente antes de realizar esta operación.
Por otro lado, cada banco que ofrezca este servicio puede tener algunos que otros requisitos diferentes, todo es cuestión de investigar bien de acuerdo al banco donde pretendas pedir el préstamo.
Ventajas de los préstamos sin aval
Este tipo de préstamo ofrece muchos beneficios para el solicitante; gracias a que no es necesario ofrecer garantías resultan ser muy factibles, además de que la solicitud y el trámite no requieren de mucho tiempo ni dificultades.
Para aquellas personas inmersas en una necesidad o que se encuentran en un apuro financiero, este tipo de préstamo resulta ser una grandiosa opción. El proceso del trámite no suele durar más que un par de días y al tener que presentar tan pocos requisitos resulta ser muy fácil realizar la solicitud.
Desventajas de los préstamos sin aval
Ya que esta clase de préstamos no exigen garantías como las escrituras de una casa o auto, o la de una tercera persona que responda, la suma suele ser de montos bastante bajos y solo en casos muy específicos la suma puede ascender.
También, los intereses son bastante elevados y el plazo de pago tiende a ser muy corto en comparación con la de otra clase de préstamos.
Consejos
Se recomienda que al solicitar el préstamo sin aval se lea detenidamente el contrato que nos han impuesto, no se debe firmar el contrato sin leerlo bajo ninguna circunstancia puesto que se nos pueden presentar situaciones las cuales no teníamos previstas y resulten un total disgusto, si bien estas venían vigentes en el contrato.
Debemos tomar en cuenta qué diferentes entidades pueden ofrecer diferentes ventajas y beneficios, por ello es recomendable analizar nuestras opciones antes de decidir qué contrato de préstamo sería la mejor opción.
¿Cómo obtener éstos préstamos?
Los préstamos de este tipo se le conceden generalmente a aquellas personas con una situación económica y laboral estable. Debido a que no hay un aval de por medio, la entidad bancaria puede dudar sobre la capacidad de amortizar el préstamo, por lo tanto se deben presentar documentos, tales como los que mencionamos en los requisitos, que puedan confirmar que como persona natural eres totalmente capaz de asumir la deuda presente.
Una vez que podemos presentar a la entidad bancaria la documentación requerida para que nos puedan ofrecer el préstamo, es cuestión de leer el contrato y si nos resulta factible, firmarlo. Luego simplemente quedará esperar los pocos días que son necesarios para que se apruebe el contrato y para ese momento podemos finalmente obtener nuestro esperado préstamo.
Los préstamos sin aval se presentan como una excelente opción para aquellas personas que se encuentran en una situación donde requieren obtener capital en un plazo de tiempo muy corto; asimismo, aquellas personas que no se vean en la capacidad de ofrecer un aval como garantía adicional pueden optar por esta opción siempre que puedan mostrar con pruebas que pueden pagar su deuda por sí mismos, ser puntuales en el pago de cada cuota y que tienen la capacidad de renumerar los intereses que fueron estipulados en el contrato, todo esto para evitar posibles medidas legales que se puedan tomar en el caso del incumplimiento de los pagos.
En conclusión, los préstamos sin aval resultan ser una elección muy buena en situaciones donde necesitamos sumas de dinero no muy elevadas y no podemos presentar el respaldo que haría falta en otra clase de préstamos.